Si te pidieran describir a los cocodrilos en tres palabras, ¿cuáles de ellas usarías? tal ves sea reptil, grande, salvaje o peligroso. Tales calificativos son correctos; no obstante, existen otras características que podrían describirlos mucho mejor.
Existen cocodrilos de varios tamaños, colores y formas. De acuerdo con su lugar de residencia y sus hábitos de vida es como logran reunir todas las características que los definen como una especie separada de las demás.
El ejemplar de este tipo de reptil más pequeño reconocido hasta la fecha es el cocodrilo enano (Osteolaemus tetraspis) quien mide en promedio 1.5 m, con longitudes máximas de 1.9 m y mantiene un peso de entre 30 y 80 kg.
Por el lado contrario, el cocodrilo de agua salada (Crocodylus porosus) no solo es el cocodrilo más grande que existe, sino que es el reptil más grande del mundo con medidas máximas de casi 7 m y masas corporales de hasta 2,000 kg.
Anatomía externa de un cocodrilo.
La coloración de cocodrilos, caimanes, gaviales y aligátores puede ser gris, verde olivo, negra o marrón con salpicaduras de amarillo y manchas oscuras. Algunos pueden verse de tono verde intenso en ciertas partes debido a la concentración de algas en la piel. La zona ventral tiene una textura más suave y casi siempre es de color amarillo pálido o crema.
Su dentadura contiene de 60 a 80 dientes gruesos y puntiagudos.
Como en todos los reptiles, la piel está cubierta de osteodermos o placas óseas y carecen de glándulas sudoríparas. La piel de la cabeza está fusionada con los huesos del cráneo. Los dientes son muy poderosos; tanto, que los cocodrilos poseen una de las mordidas más fuertes de todos los animales que existen en la tierra, superando a hienas, felinos, e incluso a tiburones blancos. La mordida de un ejemplar de gran tamaño se mantiene entre 16,000 N y 22,000 N, que casi siempre proviene de los cocodrilos de agua salada.
El interior de la boca contiene de 60 a 80 dientes puntiagudos y gruesos que pueden cambiar hasta 50 veces a lo largo de toda su vida. Sin duda son extraordinarios depredadores totalmente equipados para su estilo de vida. Los músculos encargados de cerrar la mandíbula son capaces de hacerlo con mucha fuerza y a una gran velocidad, pero increíblemente, los músculos que la abren no son muy fuertes.
Dentadura de un cocodrilo.
La cola es pesada, peligrosa y muy musculosa. Con ella se impulsan para nadar con fluidez y alcanzar velocidades de 15 km/h o más. Sus patas traseras son palmeadas igual que las delanteras, lo que permite un nado cauteloso, ligero y veloz. Colocan sus extremidades hacia atrás para una menor fricción con el agua.
Tienen un corazón de cuatro cámaras, corteza cerebral y glándulas de sal para eliminar el exceso de este mineral en el organismo. El ritmo cardíaco de cocodrilos grandes y maduros es de 2 o 3 latidos por minuto.
Sentidos
Gran parte del éxito que tienen como depredadores se debe a la posición de su ojos, fosas nasales y oídos internos. Estos se ubican en la zona superior de la cabeza, lo que les permite sumergir el mayor porcentaje de todo su cuerpo mientras se mantienen alerta vigilando a sus presas sigilosamente.
Sus ojos están protegidos por una membrana nictitante que los protege del exterior y de las partículas del agua.
Su visión es excelente y les permite cazar de noche. Según estudios científicos son capaces de percibir colores. Sus pupilas tienen forma de raya vertical y los globos oculares están protegidos por una membrana nictitante que los protege del exterior y de las partículas del agua, conservando su visibilidad aguda aun estando sumergidos.
El olfato también está muy bien desarrollado, pues pueden detectar cadáveres a largas distancias sin importar si se encuentran en la tierra o en el agua. Incluso se dice que son capaces de percibir la llegada de los ñus desde kilómetros antes. Los científicos no están completamente seguros si perciben el olor de las numerosas agrupaciones gracias a las corrientes de aire o si sienten mínimas vibraciones en el suelo.
Su sentido de la audición no es el más extraordinario pero sí pueden escuchar bien. Sus tímpanos están protegidos por un tejido protector que se activa cuando se sumergen.
Aligátores, cocodrilos, caimanes y gaviales.
Existen numerosas diferencias anatómicas y fisiológicas entre estos cuatro miembros, pero muchas de ellas son de una profunda explicación científica, por lo que te mencionaremos a continuación las más básicas y las que podríamos distinguir sin tanto esfuerzo.
- Los aligátores son más resistentes a los climas fríos que los cocodrilos y caimanes.
- En caimanes y aligátores los dientes de la mandíbula inferior encajan con los orificios de la mandíbula superior, por lo que al cerrar la boca, no son visibles al exterior. En los cocodrilos los dientes inferiores siempre se notarán.
- Los cocodrilos y gaviales poseen fosas sensoriales en las placas ventrales, algo que está ausente en los caimanes y aligátores.
- Los cocodrilos tienen la cabeza alargada y en forma de “V”, mientras los aligátores la tienen en forma de “U”. Los caimanes tienen un hocico muy corto y con los gaviales no hay problema para identificarlos.